La lectura es parte fundamental de nuestras vidas, sin embargo, motivar e incentivar a los jóvenes a tener este hábito compete tanto al entorno familiar, como al sector educativo, quienes tienen la importante labor de desarrollar hábitos de lectura desde temprana edad debido a sus innumerables ventajas.
Hoy en día los libros tienen una difícil tarea ya que compiten con la televisión y los videojuegos; sin embargo, cuentan también con grandes aliados como los smartphones y/o los eReaders, herramientas tecnológicas que juegan un papel importante, ya que al ser prácticamente una extensión de los jóvenes, les brinda acceso a un sinnúmero de material de lectura en cualquier momento del día.
La importancia de la lectura radica en que contribuye a enriquecer muchos de los aspectos de la vida del ser humano, no únicamente en el tema académico o profesional, sino también en el aspecto personal.
Mejora la concentración, ejercita el cerebro, desarrolla habilidades lingüísticas, ampliando el vocabulario mediante el uso correcto del lenguaje y el mejoramiento de la redacción y ortografía, tema en el que a últimas fechas, se ha convertido en un verdadero problema para la juventud.
Pero, ¿qué hacer para fomentar este hábito en los jóvenes?
Pueden existir distintas actividades, entre ellas: organizar periodos de lectura en voz alta y discusión de textos dentro de los salones de clase; armar grupos de lectura a partir de temas en común; leer el principio de algún texto en clase de acuerdo a la edad de los jóvenes con la intención de despertar el interés en ellos y que decidan continuarla en casa. En algunos países incluso han desarrollado modelos que hace que los jóvenes compitan entre ellos para obtener la mejor tasa de lectura y de comprensión lectora.
Lo importante es no imponer la lectura ni criticar los temas que los jóvenes elijan para brindarles seguridad al momento de expresarse y compartir sus necesidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario